En otro de mis paseos nocturnos, me paso por el puerto de Donostia.
Iluminada por una farola está la entrada principal de la capilla de San Pedro (patrón de los marineros), en pleno puerto.
Una entrada modesta para un colectivo modesto como son los marineros. Pero muy bonita en su interior.
Se construyó a finales del siglo XIX y consta de 4 plantas. Las dos primeras ocupadas por la capilla. En las demás no sé qué hay ahora, pero algún día ire a enterarme porque me pica la curiosidad.
Indagando un poco más, encuentro en algunos escritos que dicen que a principios del siglo XX había en la parte superior un colegio privado para arrantzales (marineros), y que se creó la primera Escuela de Pesca de España sobre 1911, que utilizaba el salón del colegio para dar clases. Esta escuela era gratuita y formaba a sus alumnos los días que no se salía a la mar en invierno o cuando hacía mal tiempo. Poniéndose una bandera blanca en la ventana de la capilla para anunciar que había clase.
Los alumnos optaban a títulos para manejar vaporeras de pesca y otro tipo de embarcaciones.
El puerto data de 1450, pero las actuales casas no se construyeron hasta 1864, una vez derribadas las murallas.