Por lo general la gente no es lo que más me llama la atención cuando paseo. Son como accesorios que se mueven por las fotos en alguna ocasiones. Sin rostro.
Pero a veces sin quererlo te das una vuelta, y son ellos los que de repente componen la imagen en tu cabeza y le dan fuerza.
En este caso una mujer lee despreocupadamente en un parque. Mientras otra apenas gira la cabeza hacia mí; está simplemente sentada y pensando.