Ser un trabajador autónomo tiene sus ventajas. Casi siempre tu horario es mayor que el de cualquier trabajador, y tienes menos vacaciones. Pero también te puedes permitir alargar un poco la sobremesa y disfrutar de un paisaje como este.
Hoy he quedado con un colega para comer. A diez minutos en coche subes un monte y llegas a uno de esos restaurantes que merece la pena conocer. Las vistas son increibles, los productos de la huerta, y los platos elaborados. Todo por menos de diez euros!
Asi que a veces me siento como un idiota cuando pago por un menú en el que me ponen patatas congeladas.