Viendo mis fotos, ya se sabe que me encantan esos rincones olvidados de la ciudad. Esos en los que nadie se fija cuando pasa. En los que parece que ni el barrendero entra a limpiar.
Es curioso como la ciudad está plagada de ellos, a pesar de que se intente que todo sea bonito y brillante. Pero supongo que es cuestión de dinero elegir arreglar unas zonas en vez de otras.
En un barrio como el antiguo, alli donde se junta la zona nueva con la vieja, me encuentro estas escaleras.