Copyright: Alberto Rincón García
Este verano he tenido a una antigua amiga por Donosti.
Pueden pasar años sin vernos dado que ella vive en Nueva York. Pero cuando coincidimos aprovechamos para tomarnos una cervecita y contarnos como nos va.
Como el tiempo que pasa es tan largo, en nuestras vidas y lo que nos rodea siempre hay un pequeño salto. Día a día no lo aprecias.
Menos mal que los dos estamos estupendos y casi no tenemos arrugas pese a los años, ja ja ja.
Aquí le he cogido en un momento de aparente tristeza (pura casualidad). Pero era la foto que más me ha gustado.