Ya nos hemos atiborrado en nochebuena y en la comida de navidad.
Pero como somos unos campeones aun nos queda fuerzas para una cena ligera.
En la comida no hemos podido estar todos porque un tío mio nos ha dado un susto hace poco y le han tenido que operar de corazón. Afortunadamente con la operación más leve, han podido solucionar el problema.
Ahora le toca recuperarse y disfrutar del regalo que se le ha dado. Aunque sea con menos vicios que antes…