Hoy he salido a tomar algo con unos amiguetes por Lasarte.
Esta furgoneta es la salvación de lo juerguistas, cuando los viernes o sábados salen por ahí hasta altas horas de la madrugada, y acaban hambrientos sin nadie que les de de comer.
Casi diría que es un servicio social que debería ser obligatorio en cualquier ciudad.