Parece que estamos con temática cafeteril. Si ayer fueron las cápsulas, hoy es la cafetera.
En casa hace tiempo que nos abandonamos a la cara comodidad de este tipo de cafeteras.
La verdad es que la calidad es buena (solo faltaba). Pero cada vez que tomo un café, se me agria un poco cuando pienso la cantidad de dinero que me está costando. Por no decir que me fastidia no poder reciclarlo.