Habré paseado cientos de veces por esta playa de la Zurriola. Me gusta más en invierno, cuando el paseo es casi todo para mi.
Incluso cuando llueve o azota el viento lo prefiero a cuanto el día es soleado y esta plagado de turistas, domingueros, niños gritando, surfistas de pose y demás.
Supongo que por eso estoy tan blanco.