Hoy hacemos comidita en la sociedad a cargo de un par de amigos. El menú es estupendo y no toca cocinar, lo que de vez en cuando es bastante bueno…
Además hace un sol radiante, y tras la sobremesa, nos damos una vuelta mientras esquivamos domingueros en el paseo de la concha de Donosti.
Nos falta el helado para hacer un pleno del arquetipo donostiarra. No es por falta de ganas.