Quizás sea un poco simple, pero me gustan cosas tan sencillas como las lineas puras de una barandilla bañada por la luz.
Minimalismo urbano podría decirse. Aunque en parte es porque no me atrevo, como hacen otros, a ponerle la cámara en la cara a una persona, sacarle una foto y seguir mi camino como si nada. Quizás en sus paises no tienen una legislación tan rígida como aquí (ni intentes sacar una foto en la que aparece un menos de edad…).
Si ayer sacaba un tio vivo rococó, hoy paso a una perspectiva simple desde las escaleras de la salida de mi parking.