Desde que he empezado el proyecto, creo que solo uno o dos días me he separado de la reflex y su pesado objetivo.
Pues aun así, más de un día me estoy tomando algo y me dan las mil, y acabo dandome una vuelta cuando queda poco para las doce en busca de la fotografía del día.
Ya empiezo a conocerme hasta el último rincón de los alrededores de mi casa. Y seguro que entre los vecinos tengo una inmerecida fama de mediopirado que saca fotos todas las noches. Y es mentira!! (no saco fotos todas las noches).
Pues aqui una foto del bar que tiene el velódromo de Donostia. Que además parece ser la casa de los dueños.